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Economía de pares e informalidad

La economía de pares o sharing economy es la tendencia que agrupa a los servicios que permiten reducir los costos de transacción entre consumidores y ofertantes en distintos mercados, desde el transporte privado hasta la comida gourmet. Bajo este modelo, empresas intermediarias como Uber o AirBnB permiten la coordinación entre proveedores de ciertos servicios y potenciales consumidores a cambio de una comisión. En todos los casos, los servicios finales son directamente prestados bajo cuenta y riesgo por terceros, no por las empresas intermediarias. Esto hace que uno de los principales cuestionamientos que se le hagan a las empresas de la economía de pares es que promueven la informalidad.

Sus críticos sostienen que en una economía de pares son más numerosas y más pequeñas las empresas o personas con negocio que prestan servicios de transporte, alojamiento o de restaurante y, por ende, resulta más difícil y costoso fiscalizarlas. Bajo este razonamiento, era relativamente sencillo fiscalizar a las empresas formales de taxis o de servicios turísticos porque estaban registradas, identificadas y operaban a vista de todo el mundo. Sin embargo, gracias a los servicios de la economía de pares, cualquier persona con un auto puede prestar el servicio de transporte de pasajeros a través de Uber y cualquiera con un cuarto libre puede empezar a alojar personas por días o semanas a cambio de un pago usando AirBnB. [1] En este nuevo esquema, hay mucho más espacio para el incumplimiento de obligaciones laborales, tributarias, municipales y de protección al consumidor.

Sin embargo, creo que esta tesis es equivocada y que estos servicios pueden resultar mucho más fáciles de fiscalizar que antes. Lo primero que tenemos que reconocer es que una de las principales causas de la informalidad es la falta de pruebas. Es decir, si SUNAT interviene una imprenta o a un taxista informal le va a resultar difícil lograr acreditar cuánto es exactamente lo que ha dejado de declarar porque en la mayoría de los casos no se tienen registros ni movimientos bancarios que sirvan de indicio del monto de las operaciones. De la misma manera, si un pasajero recibe un mal servicio a bordo de una unidad de transporte informal no va a poder acreditar la relación de consumo porque no ha recibido boleta o comprobante alguno. La burocracia, el débil brazo fiscalizador del Estado y la predominancia de las operaciones en efectivo son un cóctel perfecto para la informalidad.

En una economía de pares o colaborativa, existen muchas más herramientas para combatir la informalidad. Para empezar, todas las personas o empresas que prestan servicios están registradas en los sistemas de cada intermediario. En la mayoría de casos, los intermediarios son quienes reciben y procesan los pagos en nombre de quienes prestan el servicio por lo que existe una contabilidad clara de cuánto, cuándo y a quién se presta cada servicio. La administración tributaria tiene mucha mejor chance de fiscalizar y exigir pagar impuestos a alguien que alquila una casa en Arequipa a través de AirBnB respecto de la que tiene al momento de intervenir un hotel clandestino en Tumbes. En algunas ciudades de Estados Unidos, estos servicios ya tienen en marcha convenios con el Estado para retener pagos a cuenta del impuesto a las ventas o a la renta por la prestación de estos servicios. De la misma manera, al existir un intermediario encargado de procesar el pago resulta mucho más sencillo presentar un reclamo por un mal servicio y exigir la devolución total o parcial de lo pagado. [2] Las aplicaciones de la economía de pares permiten que el Estado pueda fiscalizar mejor a quienes prestan servicios a través de esas plataformas y también son una garantía para que el consumidor pueda hacer negocios con distintos actores bajo un estándar de calidad y resolución de reclamos unificado. En una entrevista reciente, Travis Kalanick, fundador de Uber, explicó cómo servicios como Uber pueden ser una herramienta para convertir mercados informales en mercados formales:

Todo el mundo debe pagar impuestos. El transporte tradicional es mayoritariamente un terreno de dinero en efectivo, y a menudo se pagan muy pocos impuestos por ello. Uber es todo digital, todo deja rastro. Los conductores deben pagar impuestos, no tienen otra opción. Lo que hace Uber es convertir una industria muy orientada al dinero en efectivo en una industria de pago digital y, por tanto, más controlable.

El problema es que este no es un cambio que va a llegar solo. Es necesario que las distintas oficinas estatales encargadas de la fiscalización tributaria, laboral o municipal adopten una mentalidad abierta respecto de estos nuevos servicios. El que estos servicios planteen retos a la forma en la que se lleva a cabo la fiscalización actualmente no nos debe llevar inmediatamente a prohibirlos. Como se aprecia, lejos de hacerla más difícil hasta podrían terminar haciéndola más fácil y efectiva con beneficios evidentes para todos. Como señalaba en una columna reciente para Hiperderecho, necesitamos adoptar un marco legal que permita innovar sin pedir permiso. Servicios como los de la economía de pares están ayudando a reducir el tráfico, mejorar la seguridad, extraer rentas de activos poco utilizados y empujando al mercado a buscar maneras de prestar mejores servicios a menores costos.

Esta entrada forma parte del dossier especial sobre economía colaborativa que estamos publicando en Blawyer. Pueden leer el resto de enfadas de esta serie desde este enlace.


  1. Me refiero a “cualquiera” en tanto no es necesario un título habilitante otorgado por una autoridad estatal. Sin embargo, las reglas privadas para empezar a ofertar estos servicios a través de estas y otras plataformas pueden ser incluso más exigentes que las de cualquier autoridad pública.  ↩
  2. En muchos casos, el dinero solo se envía al prestador de servicios luego de efectuado el mismo. Por ejemplo, si uno alquila una casa a través de AirBnB, el propietario del inmueble solo recibirá el pago luego de las primeras veinticuatro horas de prestado el servicio.  ↩

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Comentario

  1. Hola Miguel, muy buenos post los de economía de pares (Sharing economy). Yo estoy en búsqueda de aprender de este tema, porque según vengo leyendo lo que estoy haciendo es economía de pares, pero hay una diferencia, que considero delicada y es que se trata de Salud, es decir economia de pares pero en atenciones médicas.

    Me gustaría mucho aprender más de este tema para saber si será viable legalmente y de que me tengo que cuidar.

    Dejo mis datos abajo, de antemano muchas gracias por responder.

    Saludos